a vosotros, los silenciosos seres de la noche
que tomaron mi mano en las tinieblas,
a vosotros, lámparasde la luz inmortal,
líneas de estrella, pan de las vidas,
hermanos secretos,
a todos, a vosotros, digo: no hay gracias,
nada podrá llenar las copas de la pureza,
nada puede contener todo el sol en las banderas de la primavera invencible,
como vuestras calladas dignidades.
(...)
Plabo Neruda, Canto General